terça-feira, 8 de dezembro de 2015

Registro fotográfico do XXII Congresso Espírita Espanhol Calpe, (Alicante), Espanha

Estimado Ismael: 
te enviamos unas cuantas fotos del XXII Congreso Espírita Español. Te enviaré, posteriormente, unas grabaciones de lo hablado am¡noche y de la charla de hoy de Divaldo. La señora Conferencista es Cármen Cardona, y el Ingeniero es Humberto Werdine.
En la mesa de las tres últimas fotos está,: Miguel Vera, Carmen Cardona, Victor Ruano, Alfredo Tabueña y Juan Miguel Fernández (luego se sumó, en el centro, Carlos Campetti) 
MAÑANA SOL TE ENVIARÁ LA SÍNTESIS POR ESCRITO. ES QUE YO TRABAJO MAÑANA y me será imposible enviarte material.
Cualquier duda me avisas. 
Un saludo. 
Adriana.

(Informações recebidas em emails de Adriana Azucena Beneitez Beneitez [adrianita290860@gmail.com])
Carlos Campetti
Divaldo Pereira Franco na apresentação
Divaldo e Sol
Cármen Cardona
Fala do Presidente da Federação Espírita Espanhola
Engenheiro Humberto Werdine
Juventude
Membros de todas as Comissões
Noite do dia 7-12-2015.
Salão com a maioria dos participantes.

Registro. Encontro com Divaldo Pereira Franco Madrid, Espanha




TEXTO EM ESPANHOL

Encuentro con Divaldo
Madrid, 3 de diciembre de 2015

El mes de diciembre recibía en su segundo día al sembrador de estrellas, Divaldo P. Franco, en la capital de España, Madrid, a fin de dar inicio a los trabajos preparatorios del XXII Congreso Espírita Nacional, siendo hospedado en el céntrico Hotel Tryp Gran Vía donde fue recibido por los amigos del Centro Espírita Manuel y Divaldo de Reus.
El día 3 de diciembre a las 17.30h.  reanudaba Divaldo el trabajo de sembrar las simientes de la Buena Nueva en tierras madrileñas, ofreciendo una entrevista pormenorizada para el portal “Divulgadores del misterio” de amplio seguimiento en España, en la que pudo exponer y aclarar conceptos de forma detallada acerca de cuestiones relativas al conocimiento de la Doctrina Espírita.
Posteriormente, en el Salón Príncipe de Asturias del Centro Asturiano de Madrid, alrededor de 170 personas estaban esperando con fervor poder escuchar las palabras de este apóstol del Espiritismo, a fin de iniciar a las 19 horas la conferencia que llevaba por título “Encuentro con Divaldo”, organizada por los amigos de la Asociación de Estudios Espíritas de Madrid.
En los momentos previos a la conferencia, numerosos de los allí presentes se acercaron a saludar a Divaldo, así como una demorada hilera de los mismos esperaban ansiosos que sus libros fuesen firmados por el Médium bahiano.
La atención de toda la platea se centraba única y exclusivamente en recibir las informaciones que el Embajador de la Paz en el mundo tenía preparadas en ofrecer. Así, puntualmente a las 19 horas inició su discurso, ofreciendo detalles al respecto de la ida y venida de las corrientes materialistas y espiritualistas que han descansado en la razón humana a lo largo de toda su historia.
Divaldo Franco, puso de manifiesto la errónea creencia general de que la ciencia es materialista, cuando en realidad la ciencia es neutral y que el materialismo ha calado únicamente en algunos científicos. De la misma forma que hoy día podemos contar con notables científicos espiritualistas como el Dr. Eben Alexander III, neuropsiquiatra de la Universidad de Harvard del cual tenemos publicados dos destacados libros, “La prueba del cielo” y “El mapa del cielo”, en los que narra sus experiencias de casi muerte.
Retrotrayéndose al siglo XVII, el Pablo de Tarso de nuestros días, invita a los asistentes a un viaje en el tiempo observando las figuras del filósofo Thomas Hobbes  o de John Locke que establecieron la escisión entre la ciencia y la religión, a fin de restaurar la teoría atomista del materialismo griego, pasando también a desgranar los trabajos y las técnicas usadas por Copérnico, Lord Bacon o Newton.
La aparición de la “Enciclopedia” en el siglo XVIII, y especialmente con el surgimiento de la Revolución francesa en 1789, propiciaron la “expulsión de Dios de la sociedad”, estableciéndose una segunda etapa de materialismo profundo en el pensamiento humano. Sin embargo, un conquistador entusiasmado de la talla de Napoleón Bonaparte, autocoronado en la Catedral de Notre Dame de París el 2 de diciembre de 1804, trajo nuevamente la figura de Dios a la sociedad francesa, al firmar el Segundo Concordato con el Vaticano.
Divaldo Franco, afirma que este siglo XIX es revolucionario también puesto que el 3 de octubre de 1804 tiene lugar en la ciudad de Lyon el nacimiento del que será en el futuro próximo el Codificador de la Doctrina Espiritista, Allan Kardec, que abre las puertas nuevamente a la Doctrina del Amor enseñada y ejemplificada por Jesús.
La platea seguía asombrada toda la correlación de hechos y datos ofrecidos por Divaldo a fin de sustentar todo su notable discurso, momento en que inicia su recta final en su discurso tocando todos los corazones de los allí presentes narrando la conmovedora historia vivida por la familia Stanford de California, en los Estados Unidos, en el siglo XX. Narrando la transformación radical de la madre de Leland una vez éste desencarna, hecho que motivó que todo su patrimonio fuese ofrecido a los más necesitados, principalmente huérfanos, llegando también a fundar la Universidad de Stanford, nos ofrece un ejemplo de amor y especialmente, de autoamor tan necesario en nuestra sociedad a fin de poder amar al prójimo, y a Dios, como así nos indica el Maestro de Galilea.
Las emociones y el colofón final transportó al salón a un nivel emotivo superior que conllevó a que todo el público regenerado ofreciera al hermano Divaldo un demorado aplauso como muestra de simpatía y gratitud, quedando de este modo inaugurados los trabajos de siembra cristiana por territorio español.

Texto: Xavier Llobet
Fotos: Manuel Sunyer


TEXTO EM PORTUGUÊS


Encontro com Divaldo Pereira Franco
Espanha, Madri, 03 de dezembro de 2015.
Dezembro, no seu segundo dia, recebeu o Semeador de Estrelas, Divaldo Franco, na Capital da Espanha, Madri, a fim de dar início aos trabalhos preparatórios do XXII Congresso Espírita Espanhol. Divaldo ficou hospedado no centro da Capital, no Hotel Tryp Gran Via, onde foi recebido pelos amigos do Centro Espírita Manuel y Divaldo Reus.
No dia 03 de dezembro, às 17h30min, Divaldo retomou o trabalho de semear as sementes da Boa Nova em terras madrilenas, concedendo uma entrevista pormenorizada para o portal Divulgadores de Mistério, de ampla audiência na Espanha, quando pode explicar e esclarecer conceitos detalhados sobre as questões relativas ao conhecimento da Doutrina Espírita.
Posteriormente, no Salão Príncipe de Astúrias, do Centro Asturiano de Madri, cerca de cento e setenta pessoas estavam esperando fervorosamente para poderem escutar as palavras do Apóstolo do Espiritismo. A conferência, intitulada Encontro com Divaldo, iniciada às 19h00min, foi organizada pelos amigos da Associação de Estudos Espíritas de Madri.
Nos momentos que antecederam a conferência, numerosos presentes se acercaram de Divaldo para cumprimenta-lo, formando uma grande fila a espera de um autógrafo do médium baiano em um de seus livros psicografados.
A atenção do público estava focada exclusivamente em receber as informações que oEmbaixador da Paz no Mundo tinha preparado para oferecer. Assim, pontualmente às 19h00min, Divaldo começou seu discurso oferecendo detalhes sobre o ir e vir das correntes materialistas e espiritualistas que têm permeado a razão humana ao longo de sua história.
Divaldo Franco demostrou que é um equívoco acreditar que a ciência é materialista. Na verdade, a ciência é neutra, e que o materialismo foi adotado apenas por alguns cientistas. Da mesma forma, hoje em dia, a humanidade pode contar com notáveis cientistas espiritualistas como o Dr. Eben Alexander III, neurocirurgião da Universidade de Harvard, que publicou os destacados livros O Céu Existe e o Mapa do Céu, onde narra as suas experiências de quase morte – EQM.
Retrocedendo ao Século XVII, Paulo de Tarso de nossos dias convidou os assistentes à uma viagem no tempo para observar o trabalho desenvolvido pelos filósofos Thomas Hobbes e John Locke que estabeleceram a divisão entre a ciência e a religião, a fim de restaurar a teoria atomista do materialismo grego, apresentando, também, os trabalhos e as técnicas utilizadas por Copérnico, Lorde Bacon e Newton.
O aparecimento da Enciclopédia no século XVIII, e especialmente com o surgimento da Revolução Francesa, em 1789, levou à “expulsão de Deus da sociedade”, estabelecendo-se uma segunda etapa do materialismo profundo no pensamento humano. No entanto, o conquistador Napoleão Bonaparte, autocoroando-se na Catedral de Notre Dame, em Paris em 02 de dezembro de 1804, trouxe de volta a figura de Deus para a sociedade francesa através da assinatura da Concordata com o Vaticano.
Divaldo Franco afirmou que o Século XIX foi revolucionário, também, porque em 03 de outubro de 1804, na cidade de Lyon/França, nascia aquele que seria conhecido por Allan Kardec, codificador da Doutrina Espírita, abrindo as portas, novamente, para a Doutrina do Amor ensinada e exemplificada por Jesus.
O público foi surpreendido com a correlação de fatos e dados fornecidos por Divaldo para sustentar todo o seu notável discurso, quando ele começou a finalizar o seu discurso tocando os corações dos presentes contando a história vivida pela família Stanford da Califórnia, nos Estados Unidos da América, no século XX. É a história da transformação radical da mãe de Leland, o filho da família Stanford, desencarnado muito jovem, motivando que todo o patrimônio da família fosse doado aos mais necessitados, principalmente aos órfãos, fundando, também, a Universidade Stanford, oferecendo, assim, um exemplo de amor, e especialmente de autoamor, tão necessário na sociedade atual, a fim de poder amar ao próximo e a Deus como a si mesmo, como assinala o Mestre da Galileia.
As emoções e o clímax produziram no público um nível de sentimentos elevados, ensejando aos participantes conceder a Divaldo um demorado aplauso como sinal de simpatia e gratidão. Desta forma foi inaugurada a obra de semeadura cristã por território espanhol.
                    Texto: Xavier Llobet
                    Fotos: Manuel Sunyer
               Tradução: Paulo Salerno

  (Recebido em emails de Jorge Moehleck)


ASSISTA ENTREVISTA COM DIVALDO PEREIRA FRANCO EM MADRID

Acesse:

30º. Aniversário de fundação do CEAK - Centro Espírita Allan Kardec, de Sta. Terezinha de Itaipu (STI), PR

Queridos amigos de Foz e região:
        Sempre em Paz com Jesus!

    1) Temos a imensa satisfação de convidá-los ao CEAK - Centro Espírita Allan Kardec, de Sta. Terezinha de Itaipu (STI), por ocasião do seu 30º aniversário de fundação (1985-2015), que vai ser comemorado o diasábado 12 de dezembro de 2015, às 20h, em nossa própria Instituição (Rua Padre Bernardo, 1444 - Centro de STI, ao lado do Bosque dos Pioneiros).

    Será uma grande alegria compartilhar com todos Vocês a palestra comemorativa que nós próprio iremos proferir, sendo que logo após acontecerá a confraternização habitual que o CEAK realiza com todas as Casas Espíritas da região, que sempre prestigiam os nossos eventos.

    2) O tema que será abordado, conforme o cartaz anexo, é o seguinte: "Perturbações Espirituais", com base no livro homônimo do médium, educador e orador Divaldo Pereira Franco, obra ditada neste mesmo ano pelo Espírito Manoel Philomeno de Miranda (LEAL, 2015), de grande importância doutrinária, sendo principalmente um alerta grave para todos nós, os espíritas, seja nas reuniões mediúnicas, seja nos Grupos de Estudos. Este precioso livro foi lançado recentemente em nossa região, na vinda de Divaldo Franco a Foz.

    Os esperamos no CEAK, então, no sábado 12/12, às 20h, com o carinho e o afeto de sempre,

    Enrique Eliseo Baldovino
      Deptº. Doutr. do CEAK

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        Queridos amigos del Paraguay:
        ¡Siempre en Paz con Jesús!

    1) Tenemos la inmensa satisfacción de invitarlos al CEAK - Centro Espírita Allan Kardec, de Sta. Terezinha de Itaipu (STI), por ocasión de su 30º aniversario de fundación (1985-2015), que va a ser conmemorado el sábado 12 de diciembre de 2015, a las 20h, en nuestra propia Institución (Rua Padre Bernardo, 1444 - Centro de STI, al lado del Bosque dos Pioneiros).

    Será una gran alegría compartir con todos Ustedes la conferencia conmemorativa que nosotros mismos iremos a proferir, y después la confraternización habitual que el CEAK realiza con todas las Casas Espíritas de la región, que siempre prestigian nuestros eventos.

    2) El tema que será abordado, conforme el cartel adjunto, es el siguiente: "Perturbaciones Espirituales", con base en el libro homónimo del médium, educador y orador espírita Divaldo Pereira Franco, obra dictada este mismo año por el Espíritu Manoel Philomeno de Miranda (LEAL, 2015), de gran importancia doctrinaria, siendo principalmente un grave alerta para todos nosotros, los espiritistas, ya sea en las reuniones mediúmnicas o en los Grupos de Estudios. Este valioso livro foi lançado recentemente em nossa região, en la venida de Divaldo Franco a Foz.

    Los esperamos en el CEAK, entonces, el sábado 12/12, a las 20h, con el cariño y el afecto de siempre,

    Enrique Eliseo Baldovino
     Deptº. Doutr. del CEAK

XXII Congresso Espírita Nacional Calpe (Alicante), Espanha

Querido Ismael:
desde el Centro Espírita "Ana Franco" de Benidorm, España, te enviamos la información de nuestro próximo Congreso Espírita que se realizará en la ciudad de Calpe, provincia de Alicante, España los días 6,7 y 8 de diciembre del corriente año.
Está organizado por nuestra Federación Espírita Española y el lema es "EVOLUCIÓN EN DOS MUNDOS". 
Entre los conferenciantes cotaremos con la presencia de Divaldo Pereira Franco.
Te enviamos, también, imágenes de la ciudad.
Abrazos fraternales de: sol, rosa y adriana

Amanhecer. Calpe, Espanha
Calpe vista desde o Peñón

(Informação recebida em email de Solveig Nordstrom [pajarito1923@gmail.com])

Registro. Divaldo Pereira Franco encerra roteiro pelo estado de São Paulo. Araras

22-11-2015

Encerrando o roteiro de atividades de divulgação do Espiritismo no Estado de São Paulo, iniciado no último dia 16 de novembro, o médium e orador espírita Divaldo Pereira Franco realizou, na manhã deste domingo, dia 22, um seminário na cidade de Araras, no salão nobre do “Sayão Futebol Clube”, para um público de 1300 pessoas.

O seminário foi realizado em três módulos e dois intervalos.

Divaldo utilizou-se da obra "O Cavaleiro da Armadura Enferrujada", de autoria de Robert Fisher, para convidar o público a uma jornada interior, em busca da nossa realidade e para uma análise da problemática do ego e da necessidade de a criatura humana alterar a sua conduta moral para melhor, a fim de se plenificar.

Antecedendo essa viagem sobre o autodescobrimento e a autoiluminação, foram apresentados, didaticamente, alguns conceitos da Psicologia Analítica de Carl Gustav Jung, tais como o consciente, o inconsciente coletivo e o individual, os arquétipos, o ego, o Self, a sombra, para a melhor compreensão do estudo proposto.

Em seguida, o orador passou à análise específica da estória contida no livro referido.

Tratava-se de um cavaleiro que, ao longo de muitos anos, habituou-se a manter-se vestido com sua armadura de ferro, a qual acabou enferrujada. Ele era casado e tinha um filho, mas o seu relacionamento com a família era muito distante e difícil. Após uma discussão com a esposa, aborrecido, decidiu o cavaleiro afastar-se do domicílio e realizar uma viagem. Nesta viagem, ele passou a ter contato com alguns outros personagens, com os quais se relacionou e que o ajudaram a refletir sobre a própria existência. Por fim, o cavaleiro considerou que deveria retirar a armadura, o que não conseguiu de imediato, uma vez que ela já se encontrava muito enferrujada e de difícil remoção. Um dos personagens disse-lhe que seria necessário atravessar uma determinada trilha, onde encontraria três castelos: o do silêncio, o do conhecimento e o da vontade e ousadia. Ser-lhe-ia necessário permanecer certo tempo em cada um deles, para se lhes aprender as lições, de modo a estar apto a seguir para o seguinte e, ali, ter novas experiências e aprendizados. Nesse processo, passando por cada castelo, o cavaleiro foi introjetando os diferentes ensinamentos, refletindo sobre a própria vida, conhecendo mais de si mesmo, ao tempo em que ele passou a mudar de pensamentos, de comportamentos, e , com isso, a armadura, de parte em parte, começou a cair de seu corpo, até que ele viu-se totalmente liberado dela.

Divaldo esclareceu que a viagem do cavaleiro pela trilha, visitando cada um daqueles castelos, é bem a viagem de autodescobrimento e de autoiluminação de todos nós, que trazemos as nossas máscaras, as personas a que se referia Carl Gustav Jung.

Ao londo de nossa jornada evolutiva, criamos em nós condicionamentos negativos, que tornaram-se uma segunda natureza em nós, passamos a usar máscaras que compõem a nossa personalidade, que usamos para agradar as convenções sociais. E assim, perdemos o contato com o nosso ser profundo, a nossa realidade espiritual.

Conforme afirmou o orador, é necessário que façamos a viagem interior, em busca do conhecimento da Verdade, dessas leis divinas que estão escritas em nós, para que tomemos consciência de que somos Espíritos imortais e de que a nossa meta psicológica profunda deve ser amar, vencendo os nossos medos e dúvidas, eliminando as nossas imperfeições morais e estabelecendo-se, assim, a conexão entre o ego e o Self.

Na fase final dessa jornada psicanalítica e espiritual, foram analisadas as cinco características essenciais da criatura humana, de acordo com a proposta do psiquiatra e psicólogo espanhol Emilio Mira y López -  personalidade, conhecimento, identificação, consciência, individualidade-, fazendo-se um paralelo entre cada uma delas e os ensinamentos espíritas, demonstrando-se, assim, o perfeito entrosamento entre as duas propostas.

Divaldo afirmou que temos encontrado dificuldades na busca da felicidade pela razão de que temos procurado-a onde ela não se encontra. O roteiro para a felicidade, esclareceu, está todo contido no Evangelho de Jesus, que representa um verdadeiro poema-convite à simplicidade, à humildade e ao amor, o amor a si mesmo e aos outros.
E, encerrando o seminário, concluiu que o amor, como o mais excelente recurso psicoterapêutico, é a única solução para os nossos problemas e que, ao expandirmos a nossa visão espiritual, por meio dos processos de autoconhecimento e autoiluminação, passaremos a perceber o mundo maravilhoso em que vivemos e todas as bênçãos divinas de que somos beneficiários, de modo que as nossas queixas diminuirão e um profundo sentimento de gratidão à vida e a Deus extravasará de nossos corações.

Texto: Júlio Zacarchenco
Fotos: Edgard e Sandra Patrocínio

(Recebido em email de Jorge Moehlecke)


Registro. Roteiro de Divaldo Pereira Franco pelo Estado de São Paulo. Jundiaí.


21-11-2015

Na noite deste sábado, o médium e orador espírita Divaldo Pereira Franco realizou uma conferência pública no Conjunto Poliesportivo Dr. Nicolino de Lucca, na cidade de Jundiaí/SP, para um público de cerca de 5000 pessoas.

Evocando a fatídica “Noite dos Cristais”, promovida pelo Terceiro Reich, Divaldo narrou a história do extraordinário psiquiatra austríaco Viktor Frankl, que, por ser judeu, foi  preso com sua esposa e pais pelas tropas nazistas e levados a campos de concentração. Todos os seus familiares morreram e Viktor decidiu estabelecer para si, ainda preso, um sentido existencial profundo: sobreviver àquelas terríveis condições para poder, posteriormente, denunciar os horrores do holocausto e, assim, despertar nos indivíduos uma consciência e responsabilidade a respeito da dignidade humana.

E o ideal adotado pelo Senhor Frankl tornou-se realidade. Após sua libertação, tornou-se um dos mais notáveis psiquiatras dos últimos tempos, tendo criado a escola da Logoterapia, que explora o sentido existencial do indivíduo e a dimensão espiritual da existência.

Foi recordado que as grandes questões filosóficas que sempre inquietaram a mente humana receberam, ao longo da História, várias definições e tratamentos. Qual o sentido da vida? O que é a vida? Por que viver? Haverá vida após a morte? De onde viemos?

Sócrates, filósofo grego do século 4 a.C., estabeleceu que o ser humano existia antes da fecundação e sobrevivia após o processo de morte física. Além disso, afirmava constantemente que era orientado por um daimon ( um espírito, guia), com quem dialogava frequentemente e que o guiava durante a jornada terrestre. Platão, seu discípulo, falava a respeito do mundo das ideias ou Eidos, de onde todos viríamos, pela via da reencarnação, e para onde todos retornaríamos após o decesso, por sermos almas imortais. A dimensão física seria uma cópia grosseira do mundo causal ou espiritual.

Prosseguindo na investigação e análise do pensamento histórico e filosófico, o orador falou a respeito também da proposta de Aristóteles, que dizia que o ser humano é constituído da síntese de três elementos: o biológico, o racional e o divino.

Essa filosofia espiritualista sempre esteve presente nas sociedades de todos os tempos, falando-nos sobre a causalidade inteligente de todas as coisas, a reencarnação, a imortalidade da alma, a comunicabilidade dos Espíritos e a ética.

Foi narrada a saga do príncipe Sidarta Gautama, o Buda, da sua infância e vida nababesca ao encontro com a realidade e o despertar de sua consciência, com sua posterior iluminação. Para ele, a vida teria um sentido muito especial, que seria o amor, a compaixão, e deveria ser experienciada pelo denominado caminho do meio ou do equilíbrio.  Buda estabeleceu quatro nobres verdades: a realidade do sofrimento; a realidade da origem do sofrimento; a realidade da cessação dos sofrimentos; a realidade do caminho para a cessação do sofrimento. Ele também criou a prática do caminho óctuplo, a versar sobre a sabedoria, a conduta ética e a concentração.

Fazendo um paralelo com os ensinamentos de Jesus, Divaldo ressaltou que esse mestre galileu também falava sobre as causas dos sofrimentos e sobre sua profilaxia e tratamento, que teriam o amor como base essencial, isto é, o amor a Deus sobre todas as coisas e ao próximo como a si mesmo.

O Amor, conforme falado e exemplificado por Jesus, transcendeu a dimensão meramente religiosa ou mística, para adquirir, segundo os mais notáveis especialistas modernos da Psicologia, Medicina e Física Quântica, uma feição psicoterapêutica, com benefícios nos aspectos físico, emocional e espiritual da criatura humana.

Por essa razão, explicou o palestrante, o Amor apresenta-se como um objetivo psicológico profundo de nossas vidas, sendo indispensável exercitarmos não apenas o amor aos semelhantes, mas também o automor, o respeito a si mesmo. Como derivados desse amor, surgiriam o perdão aos outros e o autoperdão.

A vida dos seres denominados fisiológicos, que vivem para o atendimento dos apelos dos instintos básicos (comer, dormir, fazer sexo) e que se entregam ao consumismo, ao individualismo e à sexolatria, apresentaria  profundas frustrações e o vazio existencial; como consequência, surgiriam neles variados transtornos psiquiátricos, notadamente a depressão e a bipolaridade, com os altíssimos riscos de suicídio.

Conforme esclareceu Divaldo, é comum que pessoas de boa índole, de conduta reta, de moral equilibrada, vez que outra, apresentem comportamentos estranhos e incorretos, o que mereceu um estudo aprofundado do psiquiatra Carl Gustav Jung nesse sentido, que dizia que esses maus comportamentos eram originados do lado sombra da criatura humana, o que Allan Kardec chamou de as nossas imperfeições morais.

Por essa razão, seria indispensável que nos ocupássemos com afinco da tarefa recomendada pelos nobres Espíritos na resposta que ofereceram à pergunta de número 919 de O Livro dos Espíritos, a respeito de um meio prático e eficiente de nos melhorarmos nesta vida e resistirmos à atração do mal: o autoconhecimento, com vistas à autoiluminação.

Para demonstrar a realidade transpessoal da criatura humana e a sua natural paranormalidade, o médium narrou fatos históricos mediúnicos da vida de Apolônio de Tiana, de Dante Alighieri, do Papa Pio V, de Emmanuel Swedenborg, assim como de sua própria vida, e asseverou que o Espiritismo é o Consolador prometido por Jesus, a nos dar, por meio da lógica e dos fatos probantes, a certeza da existência de Deus, da imortalidade da alma, da comunicabilidade dos Espíritos e da reencarnação.

Sendo, portanto, seres imortais, de passagem breve pela experiência física e com o retorno certo para o mundo espiritual, lógica se torna a eleição da imortalidade como o sentido psicológico profundo de nossas existências, a fim de que, por meio do exercício do amor ao próximo e a si mesmo, possamos eliminar a nossa sombra, as nossas imperfeições morais, de modo a demandarmos o Grande-Além em equilíbrio, felizes e plenos.

Os belíssimos versos do Poema da Gratidão, de autoria do Espírito Amélia Rodrigues, a falar das mais puras manifestações do amor, encerraram a conferência da noite.

Texto: Júlio Zacarchenco
Fotos: Edgard e Sandra Patrocínio


(Recebido em email de Jorge Moehlecke)

Registro. Roteiro do orador Divaldo Pereira Franco pelo Estado de São Paulo: Ribeirão Preto.


20-11-2015

O médium e orador espírita Divaldo Pereira Franco esteve nesta sexta-feira, 20/11, em Ribeirão Preto, onde realizou um seminário para 1250 pessoas, no Centro de Convenções da cidade.

A proposta do seminário foi o encontro com a paz.

O pensamento filosófico de Cícero abriu a exposição do tema: “a História é a pedra de toque que desgasta o erro e faz brilhar a verdade.”

Com base nisso, foi ressaltada a necessidade de observarmos e reflexionarmos a respeito dos fatos históricos, a fim de melhor compreendermos a realidade, na busca da verdade.

O século XVII, como afirmado, foi o período em que houve a ruptura entre a Ciência e a religião. Thomas Hobbes, Pierre Gassendi e John Locke, eminentes representantes do pensamento do seu século, romperam com a religião e resgataram o atomismo grego, que, antes, já era a teoria adotada por Leucipo, Lucrécio e Demócrito, os quais discrepavam frontalmente do idealismo socrático.

Curiosamente, o filósofo Francis Bacon, também do século XVII, escreveu que “uma filosofia superficial inclina a mente do homem para o ateísmo, mas uma filosofia profunda conduz as mentes humanas para a religião.” E Johannes Kepler, astrônomo e matemático, apresentou as grandes leis universais que falavam a respeito de uma causalidade inteligente.

No século XVIII, surgiu o Iluminismo francês. E o ateísmo grego, recuperado no século XVII, perdurou até o XIX, para atingirmos o século presente, XXI, nas experiências e vivências do “homo virtualis”.

Ao longo dessa jornada do desenvolvimento intelecto-moral, o ser humano sempre buscou a felicidade, fracassando nesse intento, na maioria das vezes. E assim sucede-se até os nossos dias.

Os pensadores estabeleceram que havia 4 hipóteses para a conquista da felicidade: o “ter” coisas, o “não ter” nenhuma posse, a entrega à apatia, conforme apregoada pela doutrina estoica, e o “ser”, ou seja, o desenvolvimento das qualidades internas, sendo esta última a única capaz de nos garantir o equilíbrio, a harmonia, a felicidade e a paz interior.

Divaldo discorreu sobre o desenvolvimento antropossociopsicológico da criatura humana, conforme a doutrina de John B. Watson, psicólogo americano, que afirmou que as primeiras emoções que surgiram nos indivíduos, nesta ordem, foram: o medo, a ira e, por último, o amor. Sendo o amor relativamente recente em nossas experiências humanas, seria natural concluir que ainda estejamos iniciando o aprendizado e a educação dessa emoção.

Também foi referida a tese de Gurdjieff e de seu discípulo Pedro Ouspensky, que estabeleceram que as pessoas poderiam ser divididas em dois grupos, o dos seres fisiológicos, que satisfazem-se integralmente nos instintos básicos da alimentação, do repouso e do sexo, e o dos seres que, além de experimentarem esses instintos, pensam e possuem um ideal.

Viktor Frankl e Carl Gustav Jung, ambos psiquiatras, ensinaram que todos devemos encontrar e vivenciar um sentido existencial profundo, a fim de evitarmos nos tornar um peso morto na economia social. A ausência de um sentido nobilitante em nossa vida levar-nos-ia ao estado de vazio existencial e, por consequência, a problemas depressivos, bipolares e ao próprio suicídio.

Segundo mencionado, o sentido existencial profundo pregado pelo Espiritismo é a imortalidade. Isso porque, a partir da demonstração, pela Ciência Espírita,  de que somos todos imortais, essa verdade faz-nos pensar a respeito de como é essa realidade transcendente e quais são suas condições de vida.

Com base na lei de ação e reação, explicou Divaldo, colheremos no além exatamente os frutos de nossa semeadura na Terra. Destarte, não deveríamos nunca descuidar de nossa conduta durante o período reencarnatório. Levaremos do mundo físico os tesouros de paz  (o céu), adquiridos pelo pensamento e conduta retos, ou os tormentos de consciência (inferno), resultados de nossas iniquidades e desequilíbrios.

Não por outra razão, disse o orador, foi estabelecido por Allan Kardec, codificador do Espiritismo, que o verdadeiro espírita ou o verdadeiro cristão pode ser reconhecido por sua transformação moral e pelos esforços que empreende para não ser arrastado por suas más inclinações. Esse indivíduo, naturalmente, já compreendeu a realidade e estabeleceu para si a meta da imortalidade gloriosa e rica de paz.

Foi narrada a história de Creso, o último rei da Lídia, com base nos relatos do historiador grego Heródoto de Halicarnasso. Tratava-se de uma análise, sob o ponto de vista da paz e da felicidade, sobre um dos homens mais ricos do mundo. Ele tinha dois filhos. O mais novo era surdo-mudo. O mais velho desencarnou em trágico acidente. Creso, certa feita, houvera convidado Sólon, um dos 7 sábios da Grécia Antiga, para visitá-lo e conhecer sua fortuna. Ao indagar o filósofo sobre quem seria a pessoa mais feliz do mundo, dele recebeu a resposta de que era um jovem ateniense que dedicava-se a um nobre ideal. Ao indagá-lo sobre quem, então, seria o segundo, obteve a resposta de que seriam 2 jovens irmãos que se ocupavam de fazer o bem ao próximo. Contrariado em sua expectativa, porque estava certo de que seria considerado por Sólon o mais feliz, em virtude de seu poder e imensa fortuna, decidiu desprezá-lo e mandá-lo embora. Mas ao despedir-se, Sólon lhe teria tido que somente seria possível saber se alguém foi realmente feliz na existência após a sua morte, porque durante a vida física, sempre surgiam inúmeras ocorrências inesperadas e imprevisíveis, que acabavam por macular a paz e a  felicidade do indivíduo. Mais tarde, o reinado de Creso teve de enfrentar o exército de Ciro, em dura batalha, que foi vencida pelo segundo. Num intrigante episódio dessa história, quando um soldado persa estava pronto para arremessar a lança contra Creso, o seu filho surdo-mudo entrou numa espécie de transe, pela comoção, e gritou, assustando o soldado, que errou o alvo, salvando, assim a vida do pai. Creso, entretanto,  foi preso pelos persas e quando estava para ser exterminado, recordou-se da conversa com Sólon e de sua reflexão a respeito da felicidade, a qual repetiu em voz alta. Ciro, que estava próximo e ouviu Creso pronunciar o nome de Sólon, indagou de que se tratava. Sendo profundo admirador daquele filósofo e, agora, sabendo da sua vinculação com Creso, decidiu poupar-lhe a existência física, para que Creso pudesse trabalhar para ele.

Esse relato histórico demonstrou que, ante as vicissitudes da experiência física, é necessário que os nossos valores estejam depositados naquilo que é imperecível, imortal, portanto, não atingível pelas ocorrências materiais. A conquista da verdadeira paz, portanto, só seria possível por meio de atos decorrentes de uma consciência reta e de um caráter reto, de maneira que o indivíduo possa agir de tal forma que nunca se envergonhe de seu passado.

Divaldo asseverou que Jesus foi o único personagem da História que estabeleceu o Amor como diretriz de segurança para o encontro com a paz. Ao anunciar “a minha paz vos dou e vo-la dou como o mundo não a pode dar”, Jesus estabeleceu a paz como fruto do Amor transcendente, sem exigências, sem condições.

Foram analisados pelo palestrante os seis itens que compõem o Manifesto 2000 Por Uma Cultura de Paz e de Não-Violência, estabelecido pela UNESCO e dirigido não aos governantes das nações mas a todos os cidadãos do planeta, que deveriam assumir, individualmente, tais compromissos: 1.) preservar a paz e respeitar a vida; 2.) rejeitar a violência; 3.) ser generoso; 4.) ouvir para compreender; 5.) preservar a natureza; 6.) redescobrir a solidariedade.

A história de uma jovem armena que viveu os horrores do genocídio de seu povo praticado pelos turcos otomanos, contida na obra “Perdão Radical”, de autoria de Brian Zahnd, foi utilizada para as reflexões acerca do perdão como forma de encontro com a paz. Essa jovem viu seus pais serem assassinados friamente e sua irmã estuprada e também assassinada pelos turcos. Ela foi aprisionada pelo comandante da tropa que invadiu seu vilarejo e tornada sua escrava sexual. Após ter conseguido fugir de sua prisão, logrou estudar e tornar-se enfermeira, profissão na qual destacou-se, por sua extrema dedicação aos pacientes. Certo dia, foi convidada a cuidar de um doente, considerado em estado crítico. Ao visitar o paciente, de imediato reconheceu o seu antigo algoz. Mesmo assim, cuidou dele com esmero, até a sua total recuperação, sem nunca o acusar de nada. Quando ele descobriu que sua enfermeira era a mesma pessoa a quem tinha escravizado sexualmente e assassinado sua família, perguntou-lhe o porquê de o ter cuidado e não o assassinado. Ela respondeu-lhe que tinha tornado-se cristã e que o seu mestre lhe ensinara a perdoar os inimigos e a os amar.

O perdão, de acordo com o exposto, é uma das mais sublimes manifestações do amor e não significa o esquecimento do mal praticado, mas não revidar o mal com o mal, não guardar ressentimentos com relação ao ofensor e não remoer os acontecimentos dolorosos. Nesse sentido, o perdão deve ser oferecido não apenas a outrem, como também a si mesmo, na forma do autoperdão, eliminando-se o sentimento de culpa do íntimo, dando-nos nova chance para a nossa reabilitação, de modo que o bem que façamos anule o equívoco que cometemos.

Em suas finais considerações, Divaldo afirmou que, mediante o autoconhecimento, consoante apregoado na resposta à pergunta de número 919 de O Livro dos Espíritos, de Allan Kardec, é possível identificarmos os nossos pontos vulneráveis, as nossas fragilidades emocionais, e corrigi-las de pouco a pouco, para que as nossas imperfeições morais sejam convertidas em manifestações do amor e, assim, em nossa jornada, deixemos pegadas luminosas que apontem um caminho de felicidade para os que vêm atrás.


Texto: Júlio Zacarchenco
Fotos: Edgard e Sandra Patrocínio
Balieiro e Sardano
Divaldo Pereira Franco


Vídeo. Divaldo Franco convida para o Movimento Você e a Paz Salvador, BA

Acesse:
(Com informações de Lucas Milagre)

Registro. Roteiro do orador Divaldo Pereira Franco pelo Estado de São Paulo: Descalvado.

19-11-2015

Na noite desta quinta-feira, 19/11, o médium e orador espírita Divaldo Pereira Franco proferiu uma conferência pública na cidade de Descalvado/SP., no salão nobre do Lar São Vicente de Paulo, com a presença de 1200 pessoas.

“Estes Dias Tumultuosos”, a autobiografia escrita por Pierre van Paassen, jornalista, escritor e ministro da igreja unitarista, serviu de base para a narrativa emocionante que compôs as reflexões da noite em torno do comportamento humano e de seus embates no processo evolutivo.

A trágica e comovente história de Ugolin e Solange, narrada pelo jornalista holandês no final da década de 30, descreve a tormentosa realidade da criatura humana, que segue, ainda hoje, preferindo a crueldade, a violência e o ódio ao amor. Pierre van Passen conheceu Ugolin, adolescente francês que possuía deformidades em seu corpo, era corcunda e considerado assustador, em uma de suas peregrinações à noite para o socorro aos sofredores. Deste primeiro contato e dos demais que se seguiram, das conversas demoradas, das visitas de Ugolin ao jornalista, surgiu uma valiosa amizade, estabelecida pelos mais puros e sagrados laços da ternura, da fraternidade e do amor. Ugolin e sua irmã Solange tiveram uma infância marcada pelo sofrimento e conflitos familiares. Experimentando a orfandade muito cedo, foram obrigados a sair na rua para procurarem recursos para a própria sobrevivência. A irmã, por recusar-se aos convites libidinosos de seu patrão, foi por ele injustamente acusada de furto e, por isso, levada ao cárcere por 2 anos. Ao sair, sabendo que o irmão houvera tido grave piora em seu quadro de saúde e necessitava de internação hospitalar e medicações, por não conseguir emprego, em razão de seu passado de presidiária, decidiu-se por buscar a prostituição como forma de obter recursos financeiros para o socorrer. Após o seu reestabelecimento, Ugolin, em determinada noite em que retornava para casa, foi amarrado a um poste por jovens alcoolizados, que o despiram, ridicularizaram e humilharam, ofendendo também sua irmã. A sarcástica e  cruel ação só foi interrompida quando o Abade de La Roudaire, sacerdote local, correu para salvá-lo, espantando os algozes e carregando Ugolin em seus ombros até sua residência, onde ofereceu-lhe conforto moral e cuidados, prometendo conversar mais no dia imediato. Contudo, pela manhã, o abade não o encontrou no leito onde o tinha deixado. Quando realizava a missa matinal, ouviu os gritos de um jovem que adentrava a igreja, anunciando que Ugolin havia suicidado-se nas águas do rio. Solange, sua irmã, ao receber a notícia trágica, sucumbiu ao desespero e suicidou-se também. Conquanto a igreja proibisse rezar-se missas para suicidas, o abade de La Roudaire providenciou o funeral para ambos, dentro da igreja, oferecendo uma missa especial para os irmãos, que ficou completamente lotada pela população local. Na cerimônia, após orar junto aos corpos, virou-se para o público e falou em tom enfático aos cristãos que no dia em que tivesse de se apresentar ao Senhor da Vida e Ele perguntasse sobre onde estavam as Suas ovelhas, ele, abade, nada responderia. E que, se o Senhor insistisse na pergunta, ele permaneceria silente; mas que se a pergunta fosse repetida por terceira vez, ele declararia, bradando, que não havia ovelhas entre aqueles ditos cristãos senão lobos vorazes, devoradores de vidas, porque, considerou o abade, não se tratavam de dois suicídios, mas de assassinatos de jovens que não puderam resistir à impiedade, a crueldade e a maldade humanas.

Considerou Divaldo, então, que na vida de todos nós ocorrem fenômenos que, de uma hora para outra, modificam totalmente a nossa trajetória existencial e a nossa forma de viver.

Reflexionando sobre a história daquelas almas massacradas pela impiedade e violência das criaturas humanas e a falta de respostas de Pierre van Paassen e do Abade de La Roudaire para tais acontecimentos, o orador ressaltou que as explicações só poderiam ser encontradas nas luminosas lições do Espiritismo, surgido a 18 de abril de 1857, em Paris, pelo trabalho hercúleo de Allan Kardec e de uma plêiade de Espíritos iluminados que compuseram a falange do Espírito de Verdade.

A Doutrina Espírita, conforme esclarecido, é uma ciência de consequências filosóficas e éticas, que comprova a imortalidade da alma e a reencarnação, isto é, as experiências físicas sucessivas em diferentes corpos humanos, dando-nos a conhecer sobre a lei de ação e reação, também chamada de lei de causa e efeito, que é a base da justiça divina e nos faz compreender as causas atuais e anteriores (de outras reencarnações) das nossas aflições.

Seguindo nos esclarecimentos sobre o Espiritismo, Divaldo ressaltou que a base ético-moral da doutrina é o Evangelho de Jesus, cujo ensinamento maior e central é a lei de Amor. Esse sentimento de excelência, ultrapassando as barreiras religiosas, constitui-se verdadeira proposta psicoterapêutica, recurso essencial para a manutenção de nossa saúde integral (física, emocional e espiritual), conforme asseveram a Psicologia moderna, a Medicina e a Física Quântica.

Foi analisado, também, o comportamento consumista, sexólatra e individualista dos seres humanos, que vagam pela experiência reencarnatória sem um ideal nobilitante, sem um sentido profundo para a vida, experimentando, em virtude disso, o vazio existencial e derrapando nos dolorosos transtornos psicológicos e psiquiátricos, como a depressão, a bipolaridade, o TOC etc.

A profilaxia e o tratamento para tais situações é, exatamente, a busca de um sentido existencial profundo, que para o Espiritismo, é a imortalidade, a destinação inevitável de todos nós. Ante a inexorabilidade da morte física e do retorno à vida espiritual, torna-se imperioso que cuidemos de nossa conduta na Terra, solucionando os nossos conflitos íntimos, transformando-nos moralmente para melhor, evitando sermos arrastados pelas nossas más paixões, a fim de nos preparamos para a viagem de retorno ao além e, dessa forma, garantirmos uma agradável posição no mundo transcendente, rica de paz e felicidade.

Segundo o palestrante, não haveria nenhuma outra fórmula para atingirmos tal desiderato senão aquela exarada na admoestação de Jesus: Amar a Deus sobre todas as coisas e ao próximo como a si mesmo.

Nestes dias tumultuosos, de guerras, ódios, violência, intolerância e sofrimentos variados, em que as criaturas estão armadas material e emocionalmente umas contra as outras, é urgente que adiramos à proposta de Jesus, reconhecendo que somos parte de um todo e que o mal, em qualquer lugar que se manifeste, atinge-nos diretamente, dessa maneira, amando mais, mudando a nossa conduta para melhor, sendo mais gentis, tolerantes, pacíficos e pacificadores, para que as transformações positivas individuais formem uma sociedade mais justa, harmônica e feliz.

Texto: Júlio Zacarchenco
Fotos: Edgard e Sandra Patrocínio

Registro. Roteiro de Divaldo Pereira Franco no Estado de São Paulo: Catanduva.

18-11-2015

Divaldo Pereira Franco, médium e orador espírita, proferiu na noite desta quarta-feira, 18/11, uma conferência pública no Clube de Tênis de Catanduva/SP., para um público de 2000 pessoas.

A sua dissertação teve como ponto de partida as reflexões do psicólogo russo Pedro Ouspensky, para quem a sociedade está dividida em dois biótipos: um de natureza fisiológica e outro de natureza psicológica. Os indivíduos pertencentes ao primeiro grupo vivem para o atendimento dos instintos básicos de comer, dormir e ter sexo e, invariavelmente, são egoístas. As pessoas do segundo grupo, além de atenderem àqueles instintos, também possuem ideais a que se dedicam.

Dentro dessa perspectiva, a criatura humana teria cinco características básicas: a personalidade, o conhecimento, a identificação, a consciência e a individualidade. O desenvolvimento e a educação dessas características levariam o ser ao estado de individuação ou numinoso, conforme afirmara o psiquiatra suíço Carl Gustav Jung.

Prosseguindo na análise da Psicologia de Ouspensky e das considerações de Joanna de Ângelis a esse respeito, Divaldo asseverou que as pessoas estagiam em diferentes níveis de consciência, desde o estágio de sono sem sonhos até o nível cósmico, sendo-lhes possível a ascensão dos níveis primários aos superiores mediante o exercício do amor.

Referindo-se aos grandes impérios que surgiram no mundo ao longo de sua história, como o babilônico, o macedônico, o chinês e o romano, destacou que após atingirem os seus respectivos ápices, todos desmoronaram, em razão de estarem fundados sobre bases morais pouco desenvolvidas.

As guerras, as crises geopolíticas, econômicas, sociais, nas palavras do médium, são todas frutos de um só fator: a crise moral dos indivíduos, que ainda não lograram ser pacíficos e nem pacificadores. O super avanço científico-tecnológico do planeta não teve o correspondente desenvolvimento ético-moral de seus habitantes humanos.

Abordando os estudos do psicólogo estadunidense Dr. John B. Watson, Divaldo recordou que no processo evolutivo antropossociopsicológico, o ser humano desenvolveu três emoções básicas, sendo elas, na ordem em que surgiram nos seres, o medo, a ira e o amor, de modo que o amor, aparecendo por último na vivência humana, é, destarte, uma emoção ainda imatura e muito eivada da influência do ego, que precisa de educação e burilamento.

Em conexão com essa análise, foi referida a proposta de Carl Gustav Jung a respeito da necessidade de estabelecermos um sentido profundo para nossa existência, o qual deve ser a imortalidade.

Segundo Jung, o momento da consciência é quando o ser humano adquire o discernimento entre o bem e o mal e entre o que pode e o que deve fazer e quando pode realizar. Para o Espiritismo, esclareceu o conferencista, no momento do despertar da consciência, que se dá por meio do trabalho de autoconhecimento, passamos a identificar as leis divinas dentro de nós mesmos.

Dentro dessas propostas, que também pertenciam às filosofias de Sócrates, Platão, Aristóteles, Kant e do próprio Evangelho de Jesus, o amor é condição imprescindível para uma existência digna, harmoniosa e feliz, pois que nos confere um sentido profundo à vida, preenchendo os nossos espaços íntimos, de modo a nos livrar da depressão, e preparando-nos para a vida futura, a imortalidade.

A proposta do amor, contida na mensagem de Jesus -  esclareceu Divaldo-, não tem apenas uma conotação religiosa ou mística, mas sobretudo psicoterapêutica, como hoje demonstra a moderna Psicologia, assim como a Medicina e a Física Quântica. Amar gera bem-estar emocional, psicológico, espiritual e físico, estimulando o sistema imunológico e promovendo a saúde integral da criatura humana.

Esse amor lecionado e exemplificado por Jesus teria duas formas de manifestação: o autoamor, identificando-se o indivíduo como ser divino, filho de Deus, e o amor ao próximo, com o reconhecimento no outro da paternidade divina. Dessas manifestações, surgiria o perdão, também em duas formas: o autoperdão e o perdão às faltas alheias. Quando reconhecemo-nos seres ainda em processo evolutivo, consideramos os nossos equívocos como parte desse aprendizado e, por isso, autoperdoamo-nos e eliminamos o conflito de culpa. Identificando o nosso semelhante como participante desse mesmo processo evolutivo e, portanto, passível de cometer equívocos, desenvolvemos a compreensão para as dificuldades alheias, daí derivando-se o perdão.

Para ilustrar sua dissertação a respeito da felicidade e da paz no ser humano, Divaldo narrou a história contada pela escritora americana Ruth Stout em sua autobiografia, a qual fala a respeito das duas janelas existentes na vida de todos nós, aquela cuja vista dá para a alegria e a outra, cuja vista dá para o sofrimento, a tristeza. A sabedoria estaria em, toda vez que estivermos na janela do sofrimento, demandarmos o outro lado, em busca da janela da alegria, e, toda vez que estivermos na janela da alegria, recordarmos que muitos de nossos irmãos estão detidos na janela da dor, sendo, assim, necessário movimentarmo-nos da direção deles para lhes oferecer a nossa solidariedade.

Foi também recordada a história da composição da “Sonata ao Luar”, por Ludwig van Beethoven, que compadecido da limitação visual de uma senhora, criou a referida peça musical para retratar-lhe melodicamente a beleza de uma noite de luar, em perfeita demonstração da vivência do ideal do amor ao próximo.

Explorando os postulados básicos do Espiritismo a respeito de Deus, da imortalidade da alma, da reencarnação e do Evangelho de Jesus, o palestrante asseverou que a Doutrina Espírita oferece-nos uma ética superior, um roteiro de vida dignificante e iluminativo, tendo a caridade como base central de toda ação.

A conferência foi encerrada com a narrativa da belíssima história da meretriz babilônica e de seus dois encontros com o Mestre Galileu: o primeiro, nos seus dias de gozo e glória transitórios, e o segundo, já vitimada pela hanseníase em estado avançado, quando, finalmente, libertou-se das ilusões da matéria para aceitar o Amor Transcendente de Jesus.

Texto: Júlio Zacarchenco
Fotos: Edgard e Sandra Patrocínio

Registro. Roteiro de Divaldo Pereira Franco no Estado de São Paulo. São José do Rio Preto

17-11-2015

O médium e orador espírita Divaldo Pereira Franco realizou na noite desta terça-feira, 17/11, uma palestra pública na cidade de São José do Rio Preto, interior de São Paulo, no espaço do Hospital Dr. Adolfo Bezerra de Menezes. Mesmo sob forte temporal, o evento teve um público de cerca de 4000 pessoas.

Evocando a teoria do físico britânico Peter Higgs e a sua recente comprovação a demonstrar a existência do denominado “bóson de Higgs”, também conhecido como a partícula de Deus, Divaldo discorreu sobre a jornada da Ciência ao longo da História, ressaltando que, se no século XVII a Ciência apartou-se da religião, retomando a proposta do atomismo grego – e desse contexto teriam participado cientistas e filósofos como Thomas Hobbes, Pierre Gassendi, John Locke e Francis Bacon – após séculos de avanços do conhecimento humano, a Ciência e a Religião, finalmente, estariam fazendo as pazes, sendo Deus compreendido como o ente supremo do Universo e a causa primária de todas as coisas.

Seguindo, ainda, com a filosofia do século XVII, o palestrante destacou o pensamento de Blaise Pascal, físico e matemático francês, que asseverou que a Humanidade de seu tempo encontrava-se em uma grande e perigosa encruzilhada. Segundo esse pensador, a conduta humana teria dois guias fundamentais: o primeiro, denominado espírito de geometria, que seria a razão, a lógica; o segundo, o espírito de finesse, que seria a gentileza, a bondade. O equilíbrio do indivíduo e, por via de consequência, a harmonia social, dependeriam do equilíbrio entre esses dois elementos, a formar o espírito do coração. Pascal afirmara mais: que se o espírito de geometria prevalecesse, as pessoas passariam a se entredevorar. O panorama de sofrimentos, iniquidades, violência e guerras do século XXI, conforme concluído pelo orador, seria o cumprimento daquela profecia.

Referindo-se ao fato de que tudo é, essencialmente, energia e que vivemos num mundo de pensamentos, ondas, raios e vibrações, foi recordada a carta de Albert Einstein à sua filha, na qual o eminente físico alemão fala a respeito do amor como sendo a maior e mais poderosa força do Universo, superando o eletromagnetismo, a gravidade e as forças quânticas forte e fraca.

Divaldo trouxe inúmeras demonstrações no sentido de que a Ciência, realmente, está abrindo-se para a exploração do transcendente e, por meio dessas investigações, provando a realidade imortalista, corroborando, mesmo que involuntariamente, os postulados espíritas. O programa Genoma Humano, as descobertas do Dr. Dean Hamer, geneticista americano, as experiências pessoais do Dr. Eben Alexander III, neurocirurgião americano, as revelações da Astrofísica e da Física Quântica, são alguns exemplos dessa reaproximação da Ciência com a Religião e, portanto, com Deus.

De acordo com o palestrante, constitui-se um grande paradoxo esse estado calamitoso da Humanidade, nas áreas moral, emocional, psicológica e espiritual, face ao expressivo progresso científico-tecnológico por ela alcançado, inclusive considerando esses avanços nos estudos da transcendência.

A depressão, conforme mencionado e com base nas declarações da Organização Mundial de Saúde, é a segunda maior causa de mortes no mundo e alcançará a primeira posição até o ano de 2025, notadamente por meio do suicídio, o que denota que algo não está bem na criatura humana.

Para abordar essa crise individual, de natureza ético-moral - gênese de todas as outras crises no mundo-, Divaldo discorreu sobre o ser denominado fisiológico, isto é, aquele cujo nível de consciência, ainda adormecida, estabelece como metas exclusivas a alimentação, o sexo e o repouso. Falou, também, sobre os aspectos comportamentais predominantes das pessoas: o individualismo, a sexolatria e o consumismo.

Avançando em sua análise, recordou a proposta do psiquiatra austríaco Viktor Frankl, que defendia a necessidade imperiosa de o ser humano estabelecer um sentido profundo para a sua existência, um ideal nobre, e de vivenciá-lo, sob pena de experimentar os efeitos nefastos do vazio existencial, como a própria depressão.

E, evidenciando o perfeito diálogo entre a Ciência e o Espiritismo, apontou a missão consoladora e libertadora de consciências da Doutrina Espírita, a nos responder as indagações fundamentais sobre quem somos, de onde viemos, qual a nossa destinação e qual o sentido profundo de nossa existência, que é amar, dentro daquele padrão proposto por Jesus na Sua exortação: “Amai-vos uns aos outros, como Eu vos amei”.

O amor, explicou o médium, é psicoterapêutico e liberta-nos de todos os conflitos que jazem em nosso mundo íntimo, promovendo-nos a um estado de equilíbrio e saúde integral, devendo ser vivenciado tanto na manifestação dirigida ao próximo, especialmente dentro do lar, como no autoamor e autoperdão.

Concluindo sua dissertação, Divaldo afirmou que somos todos bem-aventurados pela simples oportunidade da reencarnação e, como exaltação de agradecimento, declamou os versos do Poema da Gratidão, de autoria do Espírito Amélia Rodrigues.


Texto: Júlio Zacarchenco
Fotos: Edgard e Sandra Patrocínio
Miguel de Jesus Sardano fazendo a apresentação
Divaldo Pereira Franco